Los conciertos de música amplificada representan la gran mayoría de espectáculos dentro de los géneros del pop, rock, música latina, electrónica, etc. Dado que estos tipos de música son muy rítmicos y con niveles elevados de bajas frecuencias, para sonar bien necesitan de un recinto con tiempos de reverberación controlados en los bajos. En muchas salas sucede exactamente lo contrario: son muy reverberantes en el rango bajo de frecuencias. Esta información está documentada en publicaciones científicas.
Por el contrario, la música clásica necesita tiempos de reverberación más largos, incluyendo las frecuencias bajas, para que la orquesta suene llena y los tonos que produce se distribuyan equitativamente.
Es por esto que el reto en salas de concierto multipropósito es lograr una variación en el tiempo de reverberación, en especial en las frecuencias bajas. La absorción de frecuencias medias y altas tiende a sobredimensionarse, pues el público absorbe el 100% de su contenido y el aire absorbe el rango más alto.
Pero la reverberación de las frecuencias altas es necesaria para que una orquesta pueda expresar dinámicas. Esto también aplica para muchos instrumentos de todos los estilos musicales. Sin una respuesta de frecuencias altas en un auditorio, la música pierde interés.
Las salas de conciertos de pop y rock también pueden tener un tiempo de reverberación mayor en las frecuencias altas, para que el público y los músicos se sientan envueltos en el sonido, como si estuvieran dentro de la música, o rodeados por ella. El público, la orquesta y la sala se vuelven un solo elemento, un evento social.
Los altavoces de un sistema de sonido se orientan en dirección al público tanto por su alta directividad en el rango superior de frecuencias, como para que el publico absorba el sonido. Mayores tiempos de reverberación en los rangos medio y alto de frecuencias hacen que el ingeniero de sonido necesite una menor cantidad de reverberación artificial, aprovechando así la reverberación natural del recinto.
Los sistemas aQflex y aQtube logran precisamente eso: mantener la reverberación del recinto casi idéntica cuando están inactivos, y absorber las frecuencias fundamentales de los instrumentos musicales cuando se activan.
Podría ser una gran ventaja ajustar la acústica en algunos auditorios, dependiendo de si el público está presente o no. Esto se logra fácilmente con telones retráctiles, paneles o cortinas, pues estos comparten una respuesta acústica similar a la curva de absorción del público en algunas bandas de frecuencia: absorben pocos bajos y muchas frecuencias altas. Esta también es una solución ideal para instituciones de enseñanza musical.
Encuentre recomendaciones para los tiempos de reverberación en distintas bandas de octavas para conciertos de pop y rock en la sección Artículos de investigación.